Llega un momento en la vida en que te planteas hacer algo nuevo, iniciar un nuevo proyecto porque tienes una inquietud que debe ser saciada. Cada uno de nosotros tiene inquietudes diferentes y lo que haces tú no lo podría entender tu hermano, por ejemplo y lo que hace tu hermano no lo podrías hacer nunca, piensas.
A veces nos encerramos en nosotros mismos. Cada uno tiene unas creencias predefinidas y cuesta mucho desvincularnos de ellas. Imaginémonos que tu hermano está visitando al psicólogo o alguien cercano a ti lo está haciendo. ¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza?
Si nunca has considerado la idea de ir a terapia seguramente pensarás que es una pérdida de tiempo porque “tu no necesitas un psicólogo”, “las cosas las puedes gestionar tu solo”, “mis amigos y familiares me pueden ayudar a superar alguna adversidad que pueda tener” y es que la mayoría delas veces solemos hacer prejuicios sobre las cosas sin estar muy bien informados.
Voy a citar cuáles son las frases más típicas para no visitar al psicólogo y seguidamente añadiré una recomendación:
“Probaría de ir al psicólogo pero no sé cuándo, no tengo tiempo”
Es una de las excusas más típicas, el tiempo. Siempre hablamos del tiempo que perdemos o el tiempo que nos falta. ¡Siempre podemos encontrar tiempo para hacer las cosas! Solo nos hace falta organización. Decirlo suena muy bien pero hacerlo cuesta más. Solo tenemos que darnos un empujón a nosotros mismos. Todo se puede hacer y a todo se llega a tiempo o a destiempo pero se llega.
“No quiero abrirme con una persona que no conozco”
Un psicólogo va a tratar tu caso de manera objetiva. Un psicólogo es una persona neutral que tratará tu caso de manera confidencial, profesional y cauta. Siempre te aconsejará lo que sea mejor para ti. Gracias a tus palabras, creará un plan beneficioso para ti, para que mejores y mires hacia adelante y nunca más vuelvas atrás (es el objetivo principal).
“Tengo mis momentos, no siempre estoy contento está claro”
El objetivo que tenemos que conseguir es equilibrarnos. Tener matices. No podemos vivir en el blanco o en el negro, en lo positivo o en lo negativo. Tenemos que identificar nuestras emociones y conocerlas. Saber que lo que queremos tratar (en teoría, lo malo) no nos define. Podemos redirigirlo.
“Si dejo pasar un periodo de tiempo, cambiaré por mí mismo”
No gestionar lo que te está pasando o dejarlo para más tarde no hará que se vaya. Es como si en el trabajo ignoras al pesado de turno, por mucho que lo hagas seguirá estando ahí y seguirá molestándote hasta que no soluciones el conflicto que tienes con él. Alargar las cosas no hace que desaparezcan. Lo mejor que podemos hacer es enfrentarnos a ellas. Ponerles fin para cerrar un capítulo más en nuestra vida.
“Es muy caro, no puedo gastar tanto en una cosa así”
Considero que lo que te saldrá muy caro es no haber pensado en ti. ¿Cuándo te permites un capricho acaso escatimas? Seguro que muchas veces no así que ¿Por qué no inviertes en ti mismo? Por lo menos pruébalo. Date una oportunidad. No hace falta buscar el sitio más caro, simplemente te tiene que dar confianza. Haz una lista de los profesionales que te gustaría visitar y vas descartando opciones.
“La gente rara vez cambia”
La verdad es que es incierto. La gente cambia, solo necesitan encontrar su oportunidad. La madurez te hace cambiar y es que el cambio existe en las personas y existe en ti. Somos humanos, no somos máquinas programadas, nos podemos reprogramar. ¿Cuándo tenías 18 años eras muy diferente a ahora no? Entonces ya tienes la respuesta. El objetivo no es cambiarnos al 100% perdiendo nuestra esencia es reeducarnos y gestionar ciertas conductas. Aprender lo positivo y desaprender lo negativo en tu vida.
“A mí me han dicho que no funciona”
Las experiencias que hayan tenido otras personas no son las mismas que las que puedas tener tú. No sabemos a quién visitó esa persona, en qué momento se encontraba y que predisposición existía por parte del psicólogo y de él mismo. No te dejes llevar por las opiniones de los demás y haz tu propia búsqueda exhaustiva para tener un buen juicio.
En definitiva, tienes que mirar por ti y pensar solo en ti. No tengas miedo ni temas nada porque no se trata de nada negativo. Piensa que es un paso adelante, no tenemos por qué escondernos de nada. Saca a la luz todo aquello que tienes guardado ¡te sentirás mejor! Si te lo vas guardando llegará un momento en que explotarás, tu cuerpo gritará lo que escondes y va a ser perjudicial para tu salud. A veces solo nos preocupamos por nuestras dolencias físicas pero ¿y las psíquicas? ¡Piénsalo!