La palabra mindfulness es un concepto que a día de hoy se aplica a todo y, por qué no, a la sexualidad. Viene de oriente y es una técnica que trata de desarrollar la habilidad de ser capaces de conseguir la atención plena en lo que estamos haciendo, en este caso, en el terreno sexual.
Los grandes expertos indican que bien practicada podemos conseguir un placer más intenso, orgasmos más prolongados y mejores erecciones. Como ya sabemos la sexualidad está en el cerebro y, por tanto, tenemos la capacidad de mejorarla.
La atención plena es una actitud que deberíamos tener siempre, en cada encuentro sexual para poder disfrutar de los cinco sentidos. La meditación nos enseña a escuchar el cuerpo, a dejar de tener pensamientos negativos y a poder fluir.
Pero, para llegar al beneficio del mindfulness sexual lo primero que debemos hacer es practicarlo, ejercitar nuestra mente. Y, ¿cómo se hace? Pues para empezar lo podríamos resumir en 3 sencillos pasos:
1.- Respirar
Comenzar la sesión con una respiración relajada y fluida para que el cuerpo y la mente se vayan aclimatando, los pensamientos se vayan diluyendo y el cuerpo vaya estando presente. Se trata de tomar consciencia de las emociones, los pensamientos y las sensaciones sin juzgarlos.
2.- Fortalecer
Una vez logrado el primer punto pasamos al segundo ejercicio, debemos fortalecer la musculatura pubococcígea con ejercicios de Kegel, contracción y relajación. Éstos ayudarán a mejorar la intensidad de las sensaciones, aumentando el placer orgásmico.
3.- Aprender
Y, por último, el mindfulness requiere de un aprendizaje del placer, de las sensaciones y los sentidos.
No podemos hablar de un número de sesiones, cada persona es un mundo y cada vez que se haga el ejercicio es un paso ganado hacia la mejora del placer. Se trata de conseguir una sexualidad más consciente.
Si quieres saber más y conocernos sigue navegando por nuestra web