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¿Qué sabemos del suelo pélvico?

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Vamos a hacer un repaso rápido a la anatomía antes de entrar en materia… ¿Qué es el suelo pélvico? Se define como un grupo de músculos y tejidos que forman la cavidad pélvica y sirven de sujeción a los órganos internos de la zona: útero, vejiga y recto. Cuando éstos se debilitan o son dañados pueden descolgarse o alterar su funcionalidad dando lugar a problemas como la incontinencia urinaria o fecal, gases o dolor con las relaciones sexuales. El embarazo, el parto vaginal y la edad son los principales factores de riesgo que influyen en el deterioro de la musculatura del suelo pélvico.

Empezaremos hablando del embarazo, que evidentemente afecta al suelo pélvico ya que durante 9 meses el útero va aumentando de tamaño y va comprimiendo las estructuras vecinas. Pero no hay que alarmarse, ya que nacen bebés a diario y muchas mujeres repiten!! Eso sí, hay que tener algunas precauciones para que durante el embarazo, el parto y luego el post parto no tengamos problemas de incontinencia, prolapsos o dolores con las relaciones sexuales. De ahí la importancia de seguir los consejos del equipo de ginecología que lleven el embarazo y realizar ejercicios que fortalezcan el suelo pélvico durante y después del embarazo, siempre adecuados a cada persona y su situación personal.

¿Qué factores que pueden favorecer que se debilite el suelo pélvico? Sobre todo destacan el sobrepeso al inicio del embarazo o una ganancia ponderal excesiva durante los primeros meses, que el primer embarazo sea a partir de los 38 años, haber tenido un parto previo complicado y no haber realizado rehabilitación posterior, un embarazo gemelar o presentar pérdidas de orina ya al comienzo de la gestación. Si bien es verdad que una mujer puede ya tener el suelo pélvico debilitado previo al embarazo por otros motivos como podría ser haber practicado deportes de impacto o padecer obesidad mórbida, entre otros.

Independientemente de encontrarse en una de estas situaciones o no, es bueno tener en cuenta determinados aspectos durante el embarazo para intentar evitarlo, como por ejemplo intentar no ganar más de 14 kilos a lo largo de toda la gestación, evitar el estreñimiento, realizar ejercicio físico adecuado a cada persona y realizar fisioterapia para fortalecer el suelo pélvico y que a la hora del parto tengamos la zona lo más reforzada posible para que la necesidad de realizar una episiotomía o la posibilidad de que se produzca un desgarro sea menor.

Entonces, además de acudir a clases pre y post parto y fisioterapia en casos necesarios ¿qué más podemos hacer para fortalecer el suelo pélvico? Es casi obligado realizar los tan conocidos ejercicios de Kegel, que no cuestan dinero y se pueden hacer en cualquier lugar y situación. Sería aconsejable realizarlos cada día al menos 2 ó 3 veces a lo largo del día, en tandas de 15-20 contracciones cada vez. Además se pueden comprar las también conocidas “bolas chinas” o los conos o pesas vaginales que al llevarlas puestas, con el movimiento, producen una vibración que poco a poco va fortaleciendo la musculatura a base de contraerla para que no caigan. No se deberían llevar puestas más de 20-30 minutos y se debe iniciar sólo con 10 minutos e ir alargando el tiempo poco a poco.

Además de estos ejercicios es recomendable mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico adecuado a las capacidades de cada persona.

Abandonamos ya el embarazo para pasar a otra etapa de la vida en la que también se puede debilitar el suelo pélvico, la menopausia. Independientemente de haber tenido hijos o no, con la edad la musculatura se va debilitando y muchas mujeres empiezan a tener problemas de incontinencia de orina, reforzado también por otros problemas como el estreñimiento crónico, el sobrepeso, los cambios hormonales y el cese de la actividad ovárica. Las medidas de prevención son las mismas que en el embarazo, pero en este caso hacemos especial énfasis en el tratamiento con las pesas vaginales, los conos vaginales o bolas chinas ya que al colocarse dentro de la vagina permiten familiarizarse y conocer la zona perineal que en algunos casos está algo olvidada, mejoran la lubricación y en consecuencia mejoran también las relaciones sexuales. Pero ojo! No son un sustituto a realizar los ejercicios de Kegel y previamente a utilizarlos tiene que haber una visita ginecológica para valorar que no hayan otras patologías y cuál de los 3 “juguetes” es más adecuado en cada caso.

Así que, a partir de ahora mismo todas las mujeres a realizar ejercicios de Kegel porque estemos en la etapa de la vida en la que estemos ya veis que reforzar el suelo pélvico ¡sólo aporta beneficios! 

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