El término “Mindfulness” cada dia está más presente en nuestro lenguaje. En occidente, le debemos su popularidad a Jon Kabat-Zinn, profesor de medicina en la universidad de Massachusetts, que aplicó estas técnicas, basadas en la meditación, en el tratamiento del dolor crónico y el estrés.
De forma muy resumida y simplificada, podemos entender el Mindfulness como un método para estar más presentes en cada instante, sin prejuicios, centrados en el aquí y el ahora, viviendo cada momento y sintiéndolo con atención plena, usando los cinco sentidos que nos ha brindado la naturaleza.
Ser conscientes de nuestro cuerpo, de lo que sentimos y respirar profundamente beneficia nuestro bienestar emocional.
Pero, ¿Qué puede aportar el Mindfulness a la sexualidad?
Puede añadir mayor atención, mayor conexión, mayor enfoque. Ayuda a vivir con más intensidad las sensaciones de nuestro cuerpo. El placer también aumenta en la medida que entran en juego todos los sentidos. Se trata de focalizar la atención única y exclusivamente al presente, en ti y en tu pareja, explorando las sensaciones, sin juzgar.
Nuestra mente, nuestra atención, pueden entrenarse. Nos enfrentamos cada segundo a muchísimos estímulos y nuestra mente debe discriminar a cuales y en qué forma prestarles atención; inclusive nuestra mente se mueve entre estímulos del pasado y del futuro. Centrar la atención es el objetivo. Debemos encontrar un momento para cada cosa. Si estás leyendo este artículo, estás leyendo; si estás saboreando una buena comida, préstale toda tu atención: a su textura, al olor que desprende, a la temperatura, a su sabor, a lo que sientes en cada bocado. Verás como el plato sabe distinto, mejor. Y, de la misma forma, aplica este ejercicio a tu intimidad.
Recuerda que tienes cinco sentidos: la vista, el olfato, el tacto, el oído y el gusto.
Hacer más de una cosa al mismo tiempo está valorado en exceso. No es útil y no es saludable.
¿Cómo empiezo?
Aprende a relajarte, ya sea respirando profundamente, con meditación u otras técnicas y haz la prueba con un beso: Trata de concentrarte en el beso, de disfrutarlo, sin pensar si nos tiene que llevar a otra cosa. Nota tus labios, los suyos, activa tus sentidos ¿Qué tal?
Piensa que en demasiadas ocasiones, el placer del encuentro sexual queda secuestrado por el anhelado fin, por una carrera precipitada hacia el orgasmo.
El Mindfulness no solo ofrece una forma de mejorar la intimidad en pareja; algunas partes de su programa de entrenamiento también han demostrado efectividad en el tratamiento de algunas disfunciones sexuales.
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